La semana pasada estuvimos en Milán, explorando tanto el Salone del Mobile como los espacios del Fuorisalone. No solo fuimos a ver qué hay de nuevo, fuimos a tocar materiales, a observar cómo evoluciona el diseño y, sobre todo, a inspirarnos. Lo que encontramos allí nos reafirma en algo que en Maderas Medina ya intuíamos: la madera no solo sigue siendo protagonista, está más viva que nunca.

En esta edición, la calidez de los materiales naturales se impuso con fuerza. La madera se integró en cada rincón: en suelos, panelados, estructuras, mobiliario. Vimos nogales de vetas profundas, y más superficiales, robles aceitados, castaños sobrios y cerezos con matices elegantes aunque menos.

Todo acompañado de texturas reales, trabajadas para ser sentidas, no solo vistas. Cepillados que marcan la veta, acabados al aceite, poros abiertos que nos recuerdan que cada pieza tiene una historia, y maderas recuperadas que vuelven a dar vida a ese mueble que alguien espera tener en casa.

“Volvemos de Milán con una idea clara: la madera no es una moda, es una manera de

entender el espacio y de habitar el mundo.” Equipo de Maderas Medina

 

La paleta de color también habló claro. Maderas en tonos caramelo, miel, arena, combinadas con textiles ligeros, piedras naturales o lacados suaves.

Vimos mucho color avellana, naranja verdeoscuro, azules, El objetivo: crear atmósferas de monocromía envolvente acogedoras, donde el bienestar no sea una consecuencia, sino una premisa. Y en esa misma línea, el diseño abandona las líneas rectas para abrazar formas curvas, redondeadas, más orgánicas. Mesas con esquinas suaves, respaldos que envuelven, estanterías que fluyen como si crecieran naturalmente en el espacio.

Entre los expositores, hubo nombres que nos marcaron especialmente. Riva 1920 volvió a demostrar por qué es sinónimo de respeto absoluto por la madera entendida desde el respeto de la materia prima y la elegancia de formas que plasma su diseño.

Sus piezas, muchas de ellas trabajadas con madera recuperada como el cedro o el kauri milenario, combinan tradición y tecnología con una precisión casi poética. Molteni&C presentó una colección que es puro legado milanés reinterpretado: elegancia sobria, madera trabajada con rigor y formas que conectan con el pasado sin dejar de ser plenamente actuales. Y Kartell, con su audacia habitual, mostró cómo los lacados y los colores intensos también pueden tener un papel importante en la sostenibilidad. Sus nuevas piezas combinan materiales reciclados con acabados brillantes que despiertan optimismo y carácter.

Más allá de lo visual, una idea atraviesa todas estas propuestas: EL COMPROMISO: Con el planeta, con los materiales, con los procesos y con la duración. Las marcas más relevantes apuestan por trazabilidad, certificaciones, acabados naturales y ciclos de vida largos.

Diseñar ya no es simplemente crear algo bonito. Es proponer algo que tenga sentido, que resista el paso del tiempo y que aporte valor desde el origen hasta el uso diario.

Volvemos de Milán con la convicción reforzada: la madera es y seguirá siendo el eje de los espacios más humanos, sostenibles y honestos. Y en Maderas Medina seguimos trabajando, día a día, para que cada tabla, cada pieza, cada proyecto esté a la altura de esa visión.